El arco de poleas o compuesto
Este tipo de arco ha sido el que ha revolucionado el mundo de la caza con arco. Admiten tantas modificaciones que prácticamente se adaptan a cualquier persona y circunstancia. Básicamente su diseño es como los dos anteriores. Se componen de un cuerpo y unas palas; pero con la salvedad de que en los extremos de dichas palas se encuentran unas ruedecillas que son las poleas, y ellas son las encargadas de transmitir la tremenda energía que desarrollan las palas a la flecha. Por su diseño y geometría, podemos considerar a los arcos de poleas como los ‘'calibres magnum'' de la arquería. Si además añadimos que se suele usar un elemento conocido como disparador en el argot arquero; ese elemento equivaldría al ‘'pelo'' de uno de nuestros rifles.
Es el tipo de arco que en menos tiempo, más ha evolucionado desde su origen hasta el día de hoy. Originalmente sus poleas eran dos ruedas redondas concéntricas; con el paso del tiempo se fue modificando su diseño, llegando al día actual donde la moda imperante es el estilo ‘'one-cam''; es decir una polea circular en el eje superior y una polea asimétrica y super-rápida en el eje inferior. Son arcos algo delicados en su manejo y necesitados de una cierta puesta a punto previa. Admiten la instalación de diversos accesorios, como pueden ser un visor, un estabilizador, un diopter en la cuerda, silenciadores, quiver,…. etc. etc.
Suelen ser arcos rápidos, muy rápidos. Estamos hablando de velocidades del orden de 300 a 330 pies/segundo (velocidad según estándares IBO, 5 grains/inch. El estándar AMO es de 9 grains/inch). Tengamos en cuenta que un buen ‘'longbow'' o recurvado, de potencia equiparable, apenas pasará de los 170-180 pies/segundo, aunque con determinados modelos tradicionales es posible conseguir velocidades del orden de los 220 pies/segundo. Por lo tanto su entrega de potencia a la flecha en el momento de la suelta es brutal, radical y enérgica. No siendo recomendable en ellos el uso de vástagos de madera. Ultimamente la moda es conseguir más y más velocidad a los arcos compuestos, pero pensemos en una cosa ¿para las necesidades de caza actuales son necesarias tales velocidades?. Sinceramente, creo que no. Si hemos efectuado nuestro trabajo correctamente nos bastará con unos buenos 160-180 pies/segundo para impactar en la pieza elegida….
Generalmente, los arcos compuestos, son graduables en su potencia; tienen un abanico de potencia aprovechable entre 10# y 15#. Es decir, que nuestro arco puede entregar desde 55# hasta 70#, por ejemplo; y solamente jugando con los tornillos adecuados que están localizados al comienzo de cada pala, y justo por encima y debajo del cuerpo del arco.
Lógicamente existen arcos de superior potencia, hasta de 100#; pero estos son arcos extremos y para animales extremos también, como pueden ser el búfalo africano, elefante africano, rinoceronte, etc. Arcos que debido a su enorme potencia no todo el mundo está en condiciones de dominar, y mucho menos, mantener una serie constante de tiros de entrenamiento con ellos.
Comentaré algo sobre los distintos tipos de poleas y su energía; se acompañan gráficos para su mejor comprensión. Con las poleas redondas, tal como se puede ver en el gráfico correspondiente la parábola efectuada por la curva de potencia es perfecta, consiguiendo un uniforme reparto de la energía en todo su recorrido, siendo su valle amplio y por tanto dando una salida a la flecha suave y uniforme. Con las “energy wheels” la curva es más amplia, almacenando por tanto más energía y siendo su valle menor que el anterior caso; y por último llegamos a las “speed cams”; correspondiendo este tipo de polea a las actuales asimétricas que llevan la gran mayoría de arcos compuestos de la actualidad. Como se puede observar, la energía que almacenan es muy superior al resto de poleas anteriores. Imprimiendo a la flecha una fuerza de empuje enorme y brusca en comparación con las otras y medidos todos los casos en una misma unidad de tiempo.
Un caso aparte dentro de los arcos compuestos, son los arcos de levas cuyo máximo exponente es la marca Oneida y de la cual se acompaña una imagen. Podemos decir que son arcos intermedios entre un recurvado clásico y un arco compuesto. Su funcionamiento es por levas y han de tener una sincronización perfecta entre ambas, debido a su, relativa, complejidad mecánica su ajuste ha de ser realizado por manos expertas.
Miscelánea
Por todo lo expuesto, para la fauna española, tanto de menor como de mayor, habrá más que suficiente con unas potencias comprendidas entre las 35# y las 65#.
Pasemos a hablar de la geometría de los arcos compuestos. Es un importante factor, que ya de entrada nos puede dar determinada idea acerca del comportamiento del arco.
Partamos de la base de que arcos cortos de medida entre ejes, hablamos de medidas menores de 35'' suelen ser arcos inestables en su comportamiento. Muy rápidos y exigentes en su técnica de disparo. Indicados, generalmente, para caza desde ‘'tree-stand'' (puesto elevado) ó desde puesto en suelo. Solamente admiten la suelta con disparador. Todo esto indica que están necesitados de unas manos expertas que sepan extraerles todo el enorme potencial que son capaces de ofrecer. Hemos de tener, también, en cuenta otro factor: la distancia conocida como ‘'brace-height'', es decir la distancia desde la cuerda que sujeta la flecha, en su posición de reposo, hasta la empuñadura del arco. Si esta es menor de 7'', también nos indicará un arco radical, inestable, rápido y de difícil manejo, correspondiendo a un arco de geometría reflex. Entremos a detallar los tres tipos de geometría de un arco. Ellos, básicamente, son aplicables a los tres tipos de arco existentes.
Tomamos como referencia para definir cada uno de ellos, la línea recta que forma la parte más adelantada de nuestras dos palas, en el lugar de inserción o contacto con el cuerpo del arco y con relación a la empuñadura del arco.
La empuñadura queda por delante de dicha línea: arco tipo deflex. Suaves en su manejo. Admite suelta con dedos, no produciéndose pinzamiento en los dedos en el momento de la apertura del arco.
La empuñadura coincide con dicha línea: arco tipo recto, o de geometría neutra. Suaves también de manejar, y admitiendo suelta con dedos. Estos dos tipos suelen corresponder a arcos de medidas por encima de las 37''.
La empuñadura queda por detrás de dicha línea: arcos tipo reflex. Arcos, ya lo he dicho anteriormente, destinados a conseguir la mayor velocidad posible, por lo tanto, se incluye con esto: rasancia; conjugada también con el asimétrico diseño de su polea inferior. Suelen ser, de medidas cortas de 30'' a 35'', admitiendo únicamente el uso de disparador. Es el diseño que menos errores perdona en la ejecución de la suelta de la flecha.
Con respecto a los tipos de poleas, sólo comentar que los arcos compuestos que lleven poleas “twin cam” (dos poleas asimétricas) son propensos a desajustarse, por lo que será necesario un seguimiento periódico de la sincronización de sus poleas. Este problema no se da en los arcos Hoyt con las modernas poleas Cam ½ ó en los actuales “one cam”.
Las cuerdas. Básicamente, en arquería, se utilizan tres tipos de cuerdas. Dacrón, Fast-flight y Dyna-flight. Cada una con sus características propias. El dacrón tiene cierta elasticidad, con lo que al final de su vida, la cuerda habrá ganado algo de elongación; el Fast-flight y el Dyna-flight, son más estables durante la vida de la cuerda y con el Dyna-flight es posible ganar 2# extras de potencia. De cara a los arcos rectos y recurvados, es posible aumentar o disminuir su velocidad, disminuyendo o aumentando los hilos de la cuerda. A menos hilos, un arco más rápido. A más hilos, más lento. Los arcos tradicionales solamente pueden usar cuerdas de Dacrón; algunos de ellos con los “tips” modificados, permiten el uso de cuerdas rápidas de Fast-flight.
Los arcos compuestos permiten la colocación de un visor. Este visor puede ser de diversas formas, pero lo más común es el uso de pines. La función de dichos pines es ajustar el arco para que la flecha haga blanco a distancias prefijadas de antemano y conocidas por el cazador arquero, por ejemplo: a 10, 20 y 30 mts: a 15, 25 y 35 mts, si usamos tres pines. O a dos distancias si usamos dos pines solamente. Su uso más completo se da cuando está acompañado por un diopter que se sitúa en medio de la cuerda, y a través del cual observamos los pines; es una manera de evitar los errores de deriva. Los visores de arco admiten, por regla general, regulación en altura y deriva.
Una de las características de los arcos de caza es que han de ser lo más silenciosos posible. Para ello se colocan, en medio de la cuerda y tanto en su parte superior como inferior, unos aditamentos, que pueden ser de plástico o tela; cuya función es eliminar, o reducir en la medida de lo posible, el sonido que hace una cuerda tensada al volver a su posición original. También hay unos amortiguadores, conocidos popularmente como ‘'champiñones'' (limb savers), que se colocan en cada pala del arco y cuya función es eliminar las vibraciones producidas en el momento de la suelta, además de amortiguar algo el ruido del arco. Luego están también los carcajs, que pueden ser portados por el propio arquero ó adosados al arco (quivers).
Existen, también, un sin-fin de gadgets diversos que nos permiten personalizar o aumentar las prestaciones de nuestro arco. Pero sería demasiado prolijo enumerarlas todas aquí…. Otra de las premisas que se han de tener en cuenta es que nuestro arco sea lo más funcional posible; en condiciones de caza, y especialmente en destinos remotos, no siempre es posible encontrar este recambio que se nos ha estropeado o nos falta por olvido; cuestión que se ha de tener en cuenta en el momento de planificar nuestra futura cacería.
Para finalizar, me permito incluir aquí unas letras de un conocido outfitter canadiense de caza con arco, que creo son suficientemente claras al respecto:
“… The less gadgetry you use, the less trouble you will have in the northern wilderness...”
¡¡Buena caza!!
Jordi Poles